Se trata de una exploración del esófago, el estómago y el duodeno a través de la boca, mediante un endoscopio. Este es un instrumento flexible en forma de tubo, terminado en una lente y una cámara. Las imágenes se transfieren a un monitor para ser analizadas o almacenadas. Permite detectar enfermedades de esos órganos, tomar muestras y aplicar tratamientos.
La endoscopia gastrointestinal puede ayudar a encontrar la causa de síntomas inexplicables, como:
– Acidez estomacal persistente.
– Sangrado.
– Náuseas y vómito.
– Dolor.
– Problemas de deglución.
– Adelgazamiento sin razón aparente.
– Reflujo gastroensofágico.
– úlceras.
– cáncer NIH
– Inflamación o hinchazón.
– Anomalías pre-cancerosas como esófago de Barrett.
– Celiaquía.
– Estenosis o estrechamiento del esófago.
– Obstrucciones.
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